2006/06/17

Hoy

Hoy estoy sin saber yo no sé cómo,
hoy estoy para penas solamente,
hoy no tengo amistad
hoy sólo tengo ansias
de arrancarme de cuajo el corazón
y ponerlo debajo de un zapato.

Hoy reverdece aquella espina seca,
hoy es día de llantos en mi reino,
hoy descarga en mi pecho el desaliento
plomo desalentado.

No puedo con mi estrella.
Y me busco la muerte por las manos
mirando con cariño las navajas,
y recuerdo aquel hacha compañera,
y pienso en los más altos campanarios
para un salto mortal serenamente.


Miguel Hernández

8 Comentarios:

Blogger Juan Haldudo dijo...

Bueno, para tranquilizar a algún amigo que pueda haber leído el poema, he decir que vuelvo a estar más animado que cuando sentí la necesidad de ponerlo. La fatídica conjunción de mi trigésimo cuarto cumpleaños (¡!), algunas ausencias y -sobre todo- una cierta mujer puede producir estragos hasta en el más animoso. He asumido (¡qué remedio!) mi edad y su significado, las ausencias y a la mujer que me mordió y me envenenó el corazón. Ya veis, de ciertas cosas no se libra ni diox. Como cantaron "Los Rebeldes" lloraré sobre tu foto como mucho un día o dos. Y ya. Chicas, vuelvo a estar en el mercado. Grrrr!
Vale.

17/6/06 20:47  
Blogger Ernesto de la Serna dijo...

Acabo de leer el poema y tu aclaración. Lo segundo me ha tranquilizado después de que lo primero me hubiera acojonado.

Y oye, vivo lejos pero hay teléfonos, ¿recuerdas? Me llamas, y mientras hablamos, tú allí y yo aquí abrimos sendas cervezas. Será como estar en la barra del Indian compartiendo penas y pesares.

Un abrazo, campeón. ¡¡Y felices 34!!

17/6/06 21:54  
Blogger Su dijo...

O te puedes venir a celebrarlo a Barna. A mi horno le encantan las visitas ;)

18/6/06 12:23  
Blogger Juan Haldudo dijo...

A mi horno le encantan las visitas ;) Promesas, promesas...¡mujeres! ¡siempre igual, sólo piensan en eso! :-P

Ernesto, gracias. Tampoco ha sido un terremoto de ésos que producen una gran hecatombe de las que duran un güevo, como con cierta ex. He aprendido a superarlo antes y mejor. Y a minimizar "daños". Pero te lo agradezco igual. Un abrazo.

P.S: Santa Resaka, ora pro nobis...

18/6/06 14:07  
Anonymous Anónimo dijo...

Lo de los treintay... no sé, yo no lo llevo mal... igual es que no lo pienso demasiado. Lo de los mordiscos es otro cantar... pero tengo la teoría empírica de que va saliendo callo. Lo que es a la vez bueno y malo. Corto trayecto de vuelta de allá donde hayas caído.

18/6/06 16:12  
Anonymous Anónimo dijo...

A las aladas almas de las rosas
de almendro de natas te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas
compañero del alma, compañero

(Nos debemos una cerveza.... o algo más fuerte. Y una larga charla)

18/6/06 20:45  
Anonymous Anónimo dijo...

"Vivir a la deriva
sentir que todo marcha bien
volar siempre hacia arriba
y pensar que no puedo perder "
Roberto Iniesta (Quemando tus recuerdos)

19/6/06 13:30  
Blogger Juan Haldudo dijo...

Amanezer: Quizá es que he aprendido a caer de pie y a levantarme sacudiéndome el polvo, aunque al principio quede aturdido.

José Ángel, eso está hecho. A ver cuando. :-D

Betibeb, asumir que puedo perder para apreciar lo que gano cuando al fin lo gano. ;-)

Gracias a todos.

19/6/06 14:05  

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