Magufos en Barataria
En la concejalía de empleo donde trabajo, como en cualquier otra empresa, hay gente de lo más variado. Una de las directoras técnicas que allí trabajan es afecta del niueich y así. Como cualquier creencia, puede ser algo de lo más respetable aunque no lo comparto ni por asomo. Además, no nos contratan por nuestras creencias ni religiosas ni políticas, sino por nuestros conocimientos. Y por ésos mismos conocimientos, colaboramos en un programa financiado por el FSE, junto con otros técnicos. Cada cuál, intentando aportar.
El caso es que han entrado hace poco tres “expertos” francamente peculiares, miembros del Instituto de Arte Evolutivo Pangea (¿?). La primera toma de contacto que tuve con ellos fue tan desconcertante en los primeros minutos como preocupante después. Salía de contarles a un grupo de búsqueda de empleo como deben afrontar una entrevista de trabajo, qué estrategias son las más aconsejables y ésas cosillas cuando me dirigí a una reunión de trabajo. Tras el saludo inicial, uno de los "pangeístas" muy ufano me pregunta:
- ¿Sabías que en EEUU no utilizan el currículo para seleccionar a la gente [ya, ni aquí tampoco. Es una herramienta de preselección]
- Sí, claro, –respondo- hoy día se centran en el análisis de competencias y en…
Al parecer la pregunta debía ser retórica, dado que me ignora para decir que “se centran en la inteligencia afectiva…” (!)
- Perdón, le interrumpo, ¿te refieres al concepto de inteligencia emocional de [Daniel] Goleman?
- Sí…, no, bueno…, se trata de un descubrimiento asombroso que hemos [¿hemos? ¿quiénes?] hecho: la inteligencia no reside en el cerebro propiamente sino en el agua que rodea éste (¿??)
- Perdona –le interrumpo asombrado- ¿quieres decir en el liquido cefalorraquídeo? (¿¡!?)
- Sí…, y en el agua en los espacios intersticiales…
Estoy perplejo. ¿Por qué será que no he leído nada al respecto en ninguna revista ni blog de ciencia? Enseguida viene la respuesta a mi pregunta y la confirmación de mis temores. Siguen hablando de tres tipos de inteligencia (ahora toma también la palabra un joven rubiáceo con media melena. Por su aspecto, diríase que va a cantar “Hosanna” o “Alabaré” de un momento a otro) y sacan un libro y un folleto. Me pasa el ajado folleto. “Es de un documental que hicimos [de nuevo el plural] en el se explica muchas cosas”. El título del documental se llama “Y tú qué sabes?” y empiezo a leer mientras siguen zumbando.
- Verás, según los experimentos que hizo Masaru Emoto, [¡alarma…! warning!] cuando se pone música junto al agua de J.S. Bach o Mozart, se forman estructuras cristalinas [¡yastá! Es el tipo aquél del que hablaban en El Retorno de los Charlatanes] puras, en cambio cuando se pone rock duro o jevimetal [¿ein? ¿qué tiene éste que decir del heavy metal?] el agua no es capaz de formar estructuras armoniosas (¡!!) sino que forma estructuras caóticas y amorfas (¿???) [ ya, como la puta que te parió. Yastamos tocando los cojones con que si el heavy es satánico y demás gilipolleces]. Mira, mira que fotos más chulas…
Conteniendo mis sentimientos respecto a tan doctas palabras [vamos, con una bola de hielo en el estómago] pregunto suavemente:
- Perdón, ¿el sr. Emoto no fue entrevistado por Iker Jiménez?
- Eh…, sí…, bueno. Quizás no fue muy acertado… pero...
- Ajá. Ya. Perdona otra cosilla. En éste folleto habláis de los hindis que se bañan en el contaminado Ganges y a los que supuestamente no les pasa nada dado que son aguas sagradas. Me sorprende una afirmación tan categórica dado que tengo un buen amigo que trabaja en una ONGD y, según cuenta, justamente sucede todo lo contrario: infecciones por disentería, parásitos diversos…
El mayor, que tiene más tablas para esto afirma que ha sido una exageración para hacer marketing. De nuevo siguen su runrún esotérico y me hablan de los “asombrosos resultados obtenidos con un aparato carísimo, más de un millón de pesetas, la máquina de Kirlian…” Ah, ya, la que sirve para fotografiar auras ¿no?- interrumpo aburrido de su cháchara y por que tenemos que entrar en materia concreta de la reunión. Diez hermosos minutos tirados a la basura. En fin.
Termina la reunión, me voy a mi casa y navego un rato para encontrar cosas sobre el tal Emoto. La combinación de fraude+emoto da buenos resultados en Google. Entro en CPI, en MedTempus, en MalaCiencia, en Nosolo… con el fin de desintoxicar mis neuronas. Se agradece el verbo inteligente de Remo, de Alf, de Shora. Sientan tan bien como una cerveza fría en verano. Y lamento no tener sus teléfonos para pedir socorro. Sobre todo el de Shora, ejem… Recopilo información y hago un pequeño dossier que le doy al día siguiente a mis compis y a la directora pues, [ingenuamente] supongo que no sabrá nada de los pavisosos expertos.
Poco después me entero de que se va a firmar un convenio con ésta gente. Alucino en colores. Otras compañeras del servicio de orientación encuentran el borrador del convenio. Llegamos a un apartado donde se habla de los colaboradores. Nos sorprenden algunas "profesiones" pero no nos dicen gran cosa, de entrada:
- Humberto Sabatinni. Catedrático de psicología y filosofía.
- Raquel Entero (Condesa de Pineda). Experta en Medicina Cuántica [¿perdón?] y Radiónica [¿lo cuálo?]
- Emilio Bourgon Psicólogo experto en cábala [¿ein? ¿cómo dice que me dice, joven?]
- Doctor Hammer. [¡alarma!] Médico, investigador y científico. [¿dr. jamer?. ¿de qué me suena?]
- Goyo Iturregui. Ingeniero agrónomo, investigador agua [mmm, no. Definitivamente, no me dice nada. Sorprende que haya un ingeniero.] [doctorjamer…]
- Elena Morán. Psicóloga especialista en niños índigo. [Esto me suena de algo. ¿Qué era?]
- Mariano Bueno. Geobiólogo. Presidente del instituto de geobiología del mediterráneo(...)
Nada. Nos resulta muy raro todo, sobre todo por que no parece que ni el panel de expertos ni los objetivos del instituto tengan ninguna relación con empleo. Si fuera folclore o teatro o literatura, aún. Pero no. Me voy a ir a mi casa cuando me acuerdo: ¡el doctor Hammer fue noticia en el boletín de ARP- SAPC por estafador o algo así! Se lo digo a mis compañeras que quedan tan perplejas y sorprendidas como yo cuando oí lo de los "cristales inteligentes".
(Continuará)
El caso es que han entrado hace poco tres “expertos” francamente peculiares, miembros del Instituto de Arte Evolutivo Pangea (¿?). La primera toma de contacto que tuve con ellos fue tan desconcertante en los primeros minutos como preocupante después. Salía de contarles a un grupo de búsqueda de empleo como deben afrontar una entrevista de trabajo, qué estrategias son las más aconsejables y ésas cosillas cuando me dirigí a una reunión de trabajo. Tras el saludo inicial, uno de los "pangeístas" muy ufano me pregunta:
- ¿Sabías que en EEUU no utilizan el currículo para seleccionar a la gente [ya, ni aquí tampoco. Es una herramienta de preselección]
- Sí, claro, –respondo- hoy día se centran en el análisis de competencias y en…
Al parecer la pregunta debía ser retórica, dado que me ignora para decir que “se centran en la inteligencia afectiva…” (!)
- Perdón, le interrumpo, ¿te refieres al concepto de inteligencia emocional de [Daniel] Goleman?
- Sí…, no, bueno…, se trata de un descubrimiento asombroso que hemos [¿hemos? ¿quiénes?] hecho: la inteligencia no reside en el cerebro propiamente sino en el agua que rodea éste (¿??)
- Perdona –le interrumpo asombrado- ¿quieres decir en el liquido cefalorraquídeo? (¿¡!?)
- Sí…, y en el agua en los espacios intersticiales…
Estoy perplejo. ¿Por qué será que no he leído nada al respecto en ninguna revista ni blog de ciencia? Enseguida viene la respuesta a mi pregunta y la confirmación de mis temores. Siguen hablando de tres tipos de inteligencia (ahora toma también la palabra un joven rubiáceo con media melena. Por su aspecto, diríase que va a cantar “Hosanna” o “Alabaré” de un momento a otro) y sacan un libro y un folleto. Me pasa el ajado folleto. “Es de un documental que hicimos [de nuevo el plural] en el se explica muchas cosas”. El título del documental se llama “Y tú qué sabes?” y empiezo a leer mientras siguen zumbando.
- Verás, según los experimentos que hizo Masaru Emoto, [¡alarma…! warning!] cuando se pone música junto al agua de J.S. Bach o Mozart, se forman estructuras cristalinas [¡yastá! Es el tipo aquél del que hablaban en El Retorno de los Charlatanes] puras, en cambio cuando se pone rock duro o jevimetal [¿ein? ¿qué tiene éste que decir del heavy metal?] el agua no es capaz de formar estructuras armoniosas (¡!!) sino que forma estructuras caóticas y amorfas (¿???) [ ya, como la puta que te parió. Yastamos tocando los cojones con que si el heavy es satánico y demás gilipolleces]. Mira, mira que fotos más chulas…
Conteniendo mis sentimientos respecto a tan doctas palabras [vamos, con una bola de hielo en el estómago] pregunto suavemente:
- Perdón, ¿el sr. Emoto no fue entrevistado por Iker Jiménez?
- Eh…, sí…, bueno. Quizás no fue muy acertado… pero...
- Ajá. Ya. Perdona otra cosilla. En éste folleto habláis de los hindis que se bañan en el contaminado Ganges y a los que supuestamente no les pasa nada dado que son aguas sagradas. Me sorprende una afirmación tan categórica dado que tengo un buen amigo que trabaja en una ONGD y, según cuenta, justamente sucede todo lo contrario: infecciones por disentería, parásitos diversos…
El mayor, que tiene más tablas para esto afirma que ha sido una exageración para hacer marketing. De nuevo siguen su runrún esotérico y me hablan de los “asombrosos resultados obtenidos con un aparato carísimo, más de un millón de pesetas, la máquina de Kirlian…” Ah, ya, la que sirve para fotografiar auras ¿no?- interrumpo aburrido de su cháchara y por que tenemos que entrar en materia concreta de la reunión. Diez hermosos minutos tirados a la basura. En fin.
Termina la reunión, me voy a mi casa y navego un rato para encontrar cosas sobre el tal Emoto. La combinación de fraude+emoto da buenos resultados en Google. Entro en CPI, en MedTempus, en MalaCiencia, en Nosolo… con el fin de desintoxicar mis neuronas. Se agradece el verbo inteligente de Remo, de Alf, de Shora. Sientan tan bien como una cerveza fría en verano. Y lamento no tener sus teléfonos para pedir socorro. Sobre todo el de Shora, ejem… Recopilo información y hago un pequeño dossier que le doy al día siguiente a mis compis y a la directora pues, [ingenuamente] supongo que no sabrá nada de los pavisosos expertos.
Poco después me entero de que se va a firmar un convenio con ésta gente. Alucino en colores. Otras compañeras del servicio de orientación encuentran el borrador del convenio. Llegamos a un apartado donde se habla de los colaboradores. Nos sorprenden algunas "profesiones" pero no nos dicen gran cosa, de entrada:
- Humberto Sabatinni. Catedrático de psicología y filosofía.
- Raquel Entero (Condesa de Pineda). Experta en Medicina Cuántica [¿perdón?] y Radiónica [¿lo cuálo?]
- Emilio Bourgon Psicólogo experto en cábala [¿ein? ¿cómo dice que me dice, joven?]
- Doctor Hammer. [¡alarma!] Médico, investigador y científico. [¿dr. jamer?. ¿de qué me suena?]
- Goyo Iturregui. Ingeniero agrónomo, investigador agua [mmm, no. Definitivamente, no me dice nada. Sorprende que haya un ingeniero.] [doctorjamer…]
- Elena Morán. Psicóloga especialista en niños índigo. [Esto me suena de algo. ¿Qué era?]
- Mariano Bueno. Geobiólogo. Presidente del instituto de geobiología del mediterráneo(...)
Nada. Nos resulta muy raro todo, sobre todo por que no parece que ni el panel de expertos ni los objetivos del instituto tengan ninguna relación con empleo. Si fuera folclore o teatro o literatura, aún. Pero no. Me voy a ir a mi casa cuando me acuerdo: ¡el doctor Hammer fue noticia en el boletín de ARP- SAPC por estafador o algo así! Se lo digo a mis compañeras que quedan tan perplejas y sorprendidas como yo cuando oí lo de los "cristales inteligentes".
(Continuará)
10 Comentarios:
Me parece gravísima y muy preocupante esta situación que comentas. Al leerlo me han venido a la cabeza siniestros pensamientos "ya están aquí, entre nosotros"... aunque bueno, qué coño voy a decir yo, con mis estructuras cerebrales amorfas y caóticas provocadas por el jevimetal...
En fin, habrá que pasarse por un fotomatón de auras e ir pensando en cambiar de carrera... total, para qué cojones quiero ser ingeniero pudiendo ser experto en medicina cuántica. Joder, que esta gente encuentre trabajo tiene narices...
Sólo puedo darte ánimos y animarte a que dejes la pistola en casa antes de ir a la siguiente reunión...
Saludos :-)
PD: Siendo que nosolo no te ayudara mucho, estos individuos no están fichados, aunque creo que deberían estarlo :-P
"El título del documental se llama “Y tú qué sabes?”"
Lo tengo (el documental y el libro que sacaron después, basado en él). Me los regaló un amigo para que me explayara a gusto con ellos.
Dentro de un tiempo haré un análisis de ello en CPI. De momento, y aunque no tengas mi teléfono (yo tengo el de Shora, chincha rabiña), te puedo adelantar que, como ya sabías, son paparruchas.
Más, en semibreve, en CPI. Un abrazo.
Juan, dales caña, y no solo por lo del heavy metal...
Me pregunto si tu estrategia de diálogo pausado, resaltando incoherencias, es suficiente o habría que pasar a mayores: esto es un engañabobos, sois unos farsantes, etc. A veces nos pasamos de buenos.
Pau: Pues sí, andan entre nosotros como si nada. Son muy hábiles en emplear una mezcla de conceptos esotéricos con científicos cuando hablan de tal manera que suene posible a quien carezca de formación en ése campo (ej. neurociencias con física cuántica mezlado con buen rollito más auras, chakras y demás).
O en apropiarse de grandes conceptos como si fueran suyos, como las recomendaciones de la ONU sobre el agua o citar fuera de contexto a Einstein y otros (pero sobre todo al pobre tío Albert) para torticeramente aprovecharlo en beneficio propio.
Les da igual que te les pidas que te digan quién fue Schrödinger, lo más que te dirán es "ah, sí, el tío ése que tenía un gato". :-/
Y descuida, con los años me he vuelto más pacífico. Aplico la sabiduría zen de "no hay mayor desprecio que, etc" ;-)
Oh. Y sí. Alguno sí que está fichado. No te pierdas la próxima entrega... Tchán, tchán...!!!
Remo: Pues me quito el sombrero por haber logrado ver y leer semejante material. Yo con sólo leer el folleto quedé bastante tocado en mis chakras. De suyo, el espíritu de Jack Torrance me poseyó con alevosas intenciones pero por fortuna pude autoexorcizarme citando a Luria y a Masters & Johnson (en tu caso, te recomiendo a Planck y a Feynman) ;-)
Fuera de bromas, me vendrá muy bien ése análisis junto a lo que ya he encontrado por ahí como un articulito de Erik Stengler del IAC y otros para hacer un "dossier" o algo similar. Nunca se sabe cuando servirá como argumentario contra tanta falacia. Y la próxima vez que te vea déjame invitarte a una cerve, como pago por alguna cita tuya que he usado ante tan impagable público.
Juan: En éste caso, y dado los matices de dónde y con quién se produce, conviene actuar con sutileza y suavidad. De momento, da buenos resultados. Sobre todo por lo que hay en juego: prestigio e imágen de una corporación local, publicidad, etc. Seguiremos informando.
Abrazos varios.
La verdad, no sé de qué te quejas, Juan.
Yo pagaría cualquier cosa por trabajar con unos frikys así. ¿Seguro que no son una secta? Yo los ví en la entrevista con Iker Jiménez y locierto es que flipé. Pensé que el programa se iba superando a la hora de mostrar a tipos raros raros raros...
Fílmalos si puedes con el móvil. Una película así no tendría precio en YouTube.
Saludos y paciencia. Me imagino que una cosa es escuchar tus avventuras y otra muy distinta aguantarlos.
Madre mía, cuántas sandeces juntas O_o
Por cierto, mi teléfono.. para consultas particulares y todo eso, no? ;)
PD: Perdón por el tiempo en contestar, pero estoy en modo autista internetero por aquello de concentrarme en los exámenes y centrar mi tiempo en ellos.
Hola Juan:
Es lo que pasa cuando se abre la puerta a cualquiera. Pues va a ser que no todas las religiones son iguales. ¿O sí? ¿Por qué llamamos a estos secta?
Tío, ¿no habia una Elena Morán estudiando en la misma facultad que nosotros? No es que sea un nombre poco común, pero tanto nombre como título (la parte de "psicóloga", me refiero) me cuadra. Lo de Índido me recuerda al viejo Paranoia, pero no creo que sea por eso.
Y lo del Ganges, pues tú lo has dicho. Tendrán toda la paz espiritual del mundo después del baño, no lo dudo, pero que se pillan los siete males... en esas aguas se bañan cientos de miles de hindúes, arrojan las cenizas (o los cadáveres directamente) de sus muertos, se bañan las vacas "sagradas"... y de unos años acá, vierten sus desechos miles de industrias del más diverso pelaje.
Suerte en la lidia con los sectarios estos.
Pd.- Y a ver si te pego un toque y te cuento novedades, hombre.
Bernardo: En video darían risa. En directo, acojonan. A saber por dónde salen, lo mismo son pacíficos y de besitos en la boca como todo lo contrario.
Shora: Desde luego. ¿Para qué iba a querer tu tfno. si no? (y si cuela, cuela...)
Wilson: Se me escapa la definición exacta de secta frente a religión, fuera de la aparición cronológica.
Rotops: Ligero lapsus calami (es Haldudo), del todo perdonable en alguien a quien admiro y normal tras mí cambio de identidad virtual ;-) Sobre lo de usar la inteligencia -o el valor- en los genitales dice bien poco de la persona en cuestión. Explicable (que no excusable) por el abuso de gomina. Así deben de quedarseles los axones.
Ernesto: Bienvenido a ésta tu casa. Por suerte, no he tenido la ocasión de conocer a la tal Elena Morán. Pero con lo inane que es el COP no me sorprendería que o bien fuese un gol que les/nos han marcado o que se han dejado marcar. Y ojalá fuera algo tan divertido e inocuo como Paranoia. Me temo que es más cabreante y peligroso. En la 2ª parte (próximamente en sus pantallas) contaré a qué se dedican semejante ristra de magufos.
Y para lo que quieras dame un toque. El tfno. sigue siendo el mismo...
Besos para ellas y abrazos para ellos.
Bueno, la verdad es que la mayoría de esas "sabidurías" son pura charlatanería, eso es indudable. Se "basan" en una estrambótica mezcla de conceptos de diversos ámbitos y participan de curiosas prácticas. Pero me temo que los que se aferran ciegamente a la ciencia como piedra de toque de la verdad absoluta adolecen también de no poco dogmatismo. Lo cierto es que a los científicos les falta mucha formación filosófica y muchos de ellos jamás han oído hablar de G. Kuhn, el falsacionismo, Feyerabend, etc...
Les sorprendería, dudo que gratamente, saber que a cierto nivel de la exposición científica, los conceptos científicos oscilan muy próxima y peligrosamente del lado de la filosofía pura y dura. La misma postulación de la existencia de determinadas partículas por parte de la física es altamente controvertida, toda vez que no se tiene nunca experiencia empírica de dichas entidades, y únicamente se pueden detectar sus efectos. Se podría decir sin temor a equivocarnos que es el experimento mismo y la complejísima maquinaria que lo hacen posible las que producen esas partículas.
La ciencia no descubre, como si del ojo de Dios se tratara, la verdad que subyace a lo real (sin entrar en las controversias que entraña ya este concepto), sino que crea y recrea constantemente su objeto.
Yo considero que la ceguera dogmática de cierta corriente cientifista viene producida fundamentalmente por los asombrosos logros que la técnica trae consigo. Pero aferrarse al culto a lo que funciona, es tanto como validar cualquier cuerpo de conocimientos que haya tenido éxito en su momento. Quiero decir, que el cristianismo, por ejemplo, funcionó, de hecho sigue funcionando, como cuerpo de conocimientos válido sobre el que fundar toda una visión del mundo, toda una estructura socioeconómica. El cosmos ptolemaico funcionó durante siglos como imagen válida del universo, así como una buena parte de la física newtoniana que ha devenido errónea en algunos campos.
Quién sabe si dentro de siglos o quizá años, vaya usted a saber, los investigadores se descojonarán de nuestra física cuántica o de la relatividad de Einstein o de nuestra visión bigbangniana sobre el origen del universo.
La ciencia occidental (si es que se puede hablar de tal cosa dada la disparidad de conocimientos, métodos y formas de teorizar que subyacen a las ciencias modernas) se ha alzado como cuerpo de conocimientos dominante fruto de un desarrollo histórico que ha dado lugar a estructuras socioeconómicas que encuentran más fácil su reproducibilidad asentándose sobre ese tipo de conocimientos. En este sentido de constituir la ciencia un cuerpo de conocimientos al servicio de un determinado modo de producción y organización social, puede considerarse que la ciencia no está exenta de componentes ideológicos y eso se evidencia en la estructura de financiación de los grandes proyectos científicos, en las decisiones de seguir una línea de investigación u otra, en el carisma de determinadas figuras de la historia de la ciencia, etc...
Muchos habéis sustituido a Dios por la ciencia, habéis barrido a Dios (bien hecho por otra parte) de todos los rincones del universo, y en su lugar habéis colocado a la ciencia, sin ser conscientes de que eso os ha sumergido en un dogmatismo y una falta de crítica tal que os volvéis indistinguibles de los fanáticos religiosos. Todo lo medís desde los presupuestos de la ciencia, y cualquier práctica o concepto que no se ajuste a los procedimientos científicos lo tacháis de falaz.
Yo a eso lo llamo dogmatismo.
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