OJALÁ
Ojalá que las hojas
no te toquen el cuerpo
cuando caigan
para que no las puedas
convertir en cristal.
Ojalá que la lluvia
deje de ser milagro
que baja por tu cuerpo.
Ojalá que la luna
pueda salir sin ti.
Ojalá que la tierra
no te bese los pasos.
Ojalá se te acabe
la mirada constante,
la palabra precisa,
la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo
que te borre de pronto:
una luz cegadora,
un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos
que me lleve la muerte,
para no verte tanto,
para no verte siempre
en todos los segundos,
en todas las visiones.
Ojalá que no pueda
tocarte ni en canciones.
Ojalá que la aurora
no dé gritos
que caigan
en mi espalda.
Ojalá que tu nombre
se le olvide
a esa voz.
Ojalá las paredes
no retengan tu ruido
de camino cansado.
Ojalá que el deseo
se vaya tras de ti,
a tu viejo gobierno
de difuntos y flores.
Ojalá se te acabe
la mirada constante,
la palabra precisa,
la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo
que te borre de pronto:
una luz cegadora,
un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos
que me lleve la muerte,
para no verte tanto,
para no verte siempre
en todos los segundos,
en todas las visiones.
Ojalá que no pueda
tocarte ni en canciones.
Ojalá pase algo
que te borre de pronto:
una luz cegadora,
un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos
que me lleve la muerte,
para no verte tanto,
para no verte siempre
en todos los segundos,
en todas las visiones.
Ojalá que no pueda
tocarte ni en canciones.
(Silvio Rodríguez, 1969)
4 Comentarios:
Jo, cómo me ha recordado a Brel...
Ahhhhhh....se te acabaron los temass????...qué ridículooooooo!!!!
mejor te colocai la letra de un reggeatonnnnn....ridículoooo!!!!
Estimado cobarde anónimo:
Cuando sepas escribir e hilar pensamientos coherentes podrás formular tus intereses para que sean valorados de la forma debida.
Vale.
Esta belleza de canción se me presentó allá por el 86. Desde los trípticos hasta el unicornio eran consumidos entre restos de comunas y barbas enganchadas de un pasado que se escapaba sin remedio. La gota de rocío, una mujer con sombrero, la era está pariendo un corazón, rabo de nube, ..... Aún me resulta fácil abrir la ventana en días de olor a tierra mojada y acurrucarme plácido mientras Silvio hace temblar con su guitarra el humo del té.
¿Sabrías definir mejor el dolor de amor? Escuchándola se te retuercen hasta los púberes recuerdos. El despecho apasionado.
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