Desarrollo económico.
Leí el domingo una entrevista a Eli Opper, cientifico jefe de Israel y responsable de las ayudas de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) y enseguida la envidia empezó a corroerme. Mientras que aquí somos unos míseros, dedicando un triste 1.07 % del PIB, ellos gastan ¡un 4.5%!. Y en investigaciones puramente civiles, nosotros hemos de restar un tercio por inversión militar a ésos gastos de inversión. Ojalá que en el Centenario del Premio Nobel a Santiago Ramón y Cajal las inversiones en investigación sean reales y efectivas. Y que las iniciativas como el CNIC se prodiguen más y no sean una rareza. Por cierto y por curiosidad, ¿alguien podría explicarme por qué razón no ha podido implantarse éste Centro en Soria o en Teruel? ¿Realmente responde a algún criterio objetivo que la construcción de los nuevos centros de investigación se aglomere en Madrid, Barcelona o Bilbao? Me da que ha sido una ocasión cojonuda, para desarrollar éstas u otras provincias, perdida por politiqueos cainitas de lo más absurdo. Tan patanesco como guardar en los sótanos del Prado obras de arte que no pueden exponerse, no por delicadeza de las mismas sino simplemente por falta de espacio. Tampoco parece razonable comportarse como Gollum (¡mío! ¡mi tessoro!) y apiñar en horrísonas construcciones como el Cubo de Moneo todas las obras. ¿Alguien ha podido disfrutar del Prado sin la ampliación? ¡Pero si es inmenso, joder!. ¿Y no sería más razonable crear "franquicias" o "sucursales" del Prado en Cádiz o en Pontevedra o en donde coño sea para desarrollar ésas zonas?. Eso sí crearía cohesión. Pero no, es más importante perder el tiempo estultamente con debates absurdos y con enfrentamientos imbéciles de "a ver quién la tiene más grande". Gilipollas.
2 Comentarios:
Supongo que en este país el tema del desarrollo tecnológico sigue siendo una asignatura pendiente. No son pocos los científicos o filósofos que tienen que marcharse al extranjero porque aquí no obtienen ningún reconocimiento ni, por supuesto, apoyo económico ni de ningún tipo. Aquí se subvenciona el cine, pero no la ciencia. Claro que los científicos no se meten en política, será eso...
Totalmente de acuerdo en tu última reflexión sobre las sucursales del Prado en otras ciudades españolas.
vaquero ovejero, ahí te mando una cadenita, para que te olvides del PP un rato y te acuerdes sólo de mí y de mis ancestros.
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